Romeria Zapopan





Las fiestas populares siempre están implícitas a toda sociedad, en muchos casos han evolucionado y se han reinterpretado de acuerdo a cosmovisiones, conquistas, revoluciones y todo tipo de cambios sociales, también han estado vinculadas a periodos de esplendor y otros de incertidumbre. Sin embargo muchas se han celebrado ininterrumpidamente durante un largo periodo de tiempo, siglos, algunas han sido milenarias, e incluso masivas.

Su continua celebración ha generado que sean consideradas como patrimonio intangible, una representación de los usos y costumbres de una sociedad determinada. Sin embargo en muchas ocasiones las fiestas populares han generado un impacto físico y palpable en la estructura urbana, como una gota continua que cae en una piedra y tras el paso de los años termina modificándola, esculpiéndola.

En Pamplona, por ejemplo, la fiesta de San Fermín ha dibujado una marca en la ciudad con el recorrido de los toros, diferenciando la relación que tienen dichas calles con las edificaciones que las envuelven. Al interior de Cataluña en una población llamada Berga, existe una fiesta milenaria de origen pagano que venera el fuego: “La Patum”, se celebra en la plaza central, en este caso algunas de las edificaciones perimetrales a primera impresión parecen desproporcionadas a la escala humana, la razón de dicha proporción se entiende en función de los protagonistas de la fiesta, seres mitológicos, de tamaño considerable que son quemados durante la celebración. 


Por otro lado, en el camino de Santiago, al norte de España, los poblados manifiestan una topología lineal bastante singular, son más o menos equidistantes a 40 kilómetros o una jornada de trayecto a pie, están organizados por una calzada central bastante amplia, y no tienen más de dos mil metros de largo, distancia cómoda para recorrerlos a pie. Estas características fueron moldeadas por el fenómeno masivo de peregrinación que vivió dicha región durante la Edad Media y es una fiesta que sigue viva. En estos casos como en muchos otros, dichas características no fueron planeadas, por el contrario, son la consecución de un hecho cultural de carácter masivo, que como gota que va a la piedra fueron moldeando una estructura urbana singular.

En los últimos años dichas fiestas han sido consideradas como un recurso para el desarrollo urbano. Las ciudades y poblaciones que las albergan han establecido una estrategia para estar presentes en el plano mundial, atraer turismo, generar derrama económica pero fundamentalmente para elevar la autoestima de sus habitantes. Ha sido tal el éxito que muchas ciudades han pretendido inventarse fiestas propias, pero por falta de convocatoria social y tradición, han sido un rotundo fracaso, léase por ejemplo el Forum de las Culturas de Barcelona en 2004.


En nuestra ciudad tenemos en la Romería de la Virgen de Zapopan, quizás sin ser muy concientes de ello, una de las fiestas populares con mayor asistencia en el mundo católico. Con tres millones de asistentes y que en algunos años ha llegado a cinco millones. Un evento de dicha magnitud, y que además ha surgido espontáneamente, (es un evento al que no se hace convocatoria) representa un potencial enorme para la regeneración urbana. Quizá este evento no ha dejado una marca tan legible como en otros lugares, sin embargo la puesta en valor de este importante eje para el desarrollo de nuestra ciudad, podría dar la pauta en método para el tratamiento de otros ejes importantes.


 En este sentido debería ser fundamental aprovechar la romería como una oportunidad de generar una relación singular con la ciudad, en donde exista un sistema articulado de espacios públicos, densificación de la vivienda, la búsqueda de usos de suelo mixtos, edificios que volteen a la calle, entre otras medidas. Desde nuestra opinión sería muy corto de visión desaprovechar la oportunidad que tenemos. Para esto es indispensable que todos los sectores de la sociedad se sientan parte de la fiesta, dejar por un lado la carga negativa que pueda representar para algunos habitantes de la ciudad.

Por esto, en el taller de diseño arquitectónico V del ITESO estamos discutiendo y desarrollando una propuesta que va por esta línea de acción, la regeneración de los espacios públicos a largo del eje de la Romería.